Alma Elizabeth Deutscher (nacida el 19 de febrero de 2005) es una compositora, pianista y violinista británica. Deutscher, niña prodigio, compuso su primera sonata para piano a los cinco años. A los siete completó la ópera corta The Sweeper of Dreams. A los nueve escribió un concierto para violín. A los diez, escribió su primera ópera completa, Cenicienta, que se estrenó en Europa en Viena en 2016 bajo el patrocinio del director Zubin Mehta, y en Estados Unidos un año después. El concierto para piano de Deutscher se estrenó cuando ella tenía 12 años.
En una ocasión explicó que algunas personas le han dicho que no debería componer bellas melodías en el siglo XXI, porque la música debe reflejar la complejidad y la fealdad del mundo moderno. «Pero creo que esa gente se confundió un poco. Si el mundo es tan feo, ¿qué sentido tiene hacerlo aún más feo con música fea?», y continúa: «si quieres oír lo feo que es el mundo moderno… no tienes más que encender la televisión y escuchar las noticias… ya hay suficiente fealdad en el mundo, yo quiero escribir música bonita, música que haga del mundo un lugar mejor».
Esta es una hermosa definición del arte. El verdadero arte es algo que hace el mundo más bello y por eso podríamos decir que el Evangelio es la mejor composición artística, ya que la finalidad del Evangelio no es otra que hacer de este mundo un mundo mejor. No hay mejor medio que el Evangelio para hacer de este mundo un mundo mejor.
Por eso, en cierto modo, todos los cristianos somos artistas, ya que cuando los cristianos predicamos o difundimos el Evangelio, estamos haciendo de este mundo un lugar mejor, y estamos luchando no contra esa concepción equivocada del arte, sino contra esa concepción equivocada de la vida que hace del mundo un lugar más feo.
Los cristianos estamos llamados a ser poetas y a transformar este mundo con el Arte Divina. Debemos permitir que el Divino Maestro inspire en nosotros Su Divina Poesía para transformar este mundo con esa Divina Poesía. No se trata de tener habilidad, como Alma Deutscher, sino de ser dóciles al Divino Maestro. Todos podemos llegar a ser artistas si somos dóciles al Divino Maestro, si difundimos Su Divina Poesía, en lugar de nuestras feas ideas humanas.
Sí, como dice Alma en ese mensaje que cité anteriormente, hay suficiente fealdad en este mundo porque la gente no sigue las Inspiraciones Divinas, sino que siguen sus inclinaciones humanas caídas. Nosotros los cristianos debemos mostrarles cómo ser dóciles a las Inspiraciones Divinas y cómo hacer Poesía Divina. Si vivimos según el Evangelio, estamos realizando Poesía Divina con nuestras vidas.